viernes, 10 de julio de 2009

En los límites de la pampa


En 1914 –ya no en 1930, como lo entiende Ferrer- el país ha llegado al límite potencial de su riqueza agropecuaria. Habrá coyunturas circunstanciales, como la excepcional demanda posterior a la primera guerra o la falta de competencia internacional, o condiciones climáticas extraordinarias que permitan por algunos años superarlo.

De todos modos se sumará a los factores adversos a la cada vez más adversa relación de los términos del intercambio; y ni el préstamo internacional ni los saldos favorables de la balanza comercial podrán compensar la demanda creciente del mercado interno, que, además, afecta los saldos exportables, ni tampoco el servicio de amortizaciones y de intereses. Todo lo que el país avance solo dependerá de la expansión del mercado interno –de lo que el país sea capaz de producir y consumir para sí, es decir, de la diversificación de la producción y del alza de los niveles de consumo generada por el desarrollo de las fuerzas internas, de la producción al salario-, de su capacitación para integrar una economía nacional que no repose en los saldos del comercio exterior. Este dejará de ser eje para ser solo complementario, como lo es en Estados Unidos y en todos los países que los “expertos” cipayos nos proponen como ejemplo. Ese problema de población que preocupa a Hueyo y a Fano, la eliminación del excedente de 13 millones de habitantes, solo tiene dos soluciones: el genocidio, que puede consistir en el no te morirás pero te irás secando de un pueblo condenado a la miseria endémica, que además facilite mano de obra barata para complacer con el bajo costo “el mercado tradicional”, o tomar el toro por las astas –el toro o el dueño del toro- y marchar hacia la integración de la economía.

Para un argentino no hay otra alternativa que la segunda solución en lo inmediato. En lo mediato, volver a la expansión internacional, pero con la producción y los mercados diversificados.

De Don Arturo Jauretche, en “la colonización pedagógica”. Como ven, el loco vio algunas cosas que aún hoy tienen vigencia. Por ahí la solución no siempre está en “lo nuevo”.

2 comentarios:

  1. Muy bueno y gracioso el video. Yo todavía no tomo Derechil. Las notas también buenas e interesantes.

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  2. Como siempre Don Arturo sigue iluminando la realidad argentina. Muy bueno el blog.
    Saludos desde Trelew
    Juan Escobar

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