viernes, 18 de septiembre de 2009

López


López, el viejo López, testigo y querellante en el juicio que terminó con la condena de Miguel Etchecolatz, no pudo ir a los festejos que hubo el 18 de septiembre de 2006 a la noche, en la Plaza Moreno de la ciudad de La Plata. Esa noche todos festejamos la condena a cadena perpetua a Etchecolatz. López desapareció esa mañana.

Hoy se cumplen 3 años de la segunda desaparición de López, que tuvo que sufrir primero los tormentos de quien fuera el Director General de Investigaciones de la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante la última dictadura militar, y después, en democracia, una nueva desaparición que aún hoy esta sin resolver.

En La Plata y en Capital Federal, a estas horas se desarrollan marchas que no conmueven más que a los presentes. Floja labor de la militancia política que no logró marcos de acuerdo lo suficientemente amplios para sumarnos en una lucha a la que nadie debería faltar. El periodismo hizo un flaco favor, aunque, se sabe, es informativamente imposible sostener una noticia durante mucho tiempo, si no se producen novedades. Y desde la desaparición de López hasta hoy, no hubo ningún avance sustancial en las estrechas líneas de la investigación.

La policía bonaerense aportó un poco de inoperancia y otro tanto de complicidad. En su momento, el gobierno provincial y nacional reaccionaron tarde y se perdieron horas primordiales: primero sugirieron que quizás estaba perdido o refugiado en la casa de una tía; y después sí, asumieron que se trataba de una desaparición forzada.

El 20 de Septiembre, una persona llamó al diario “hoy”, se identificó como Victoria Huck y aseguró ser policía. En esa llamada reveló que en Punta Lara habían encontrado el cadáver de Julio López. No era, pero la comisionado Huck nunca fue llamada a declarar. El entones Ministro de Seguridad de la provincia, León Arslanián llamó a Huck, que le contestó que ella no había sido.

El lugar donde fue hallado el cuerpo es emblemático, porque desde 1974 aparecieron varios cadáveres en ese lugar, siempre en hechos relacionados al terrorismo de estado. El propio Gobernador Solá reconoció a su tiempo, que la aparición de ese cuerpo sería una suerte de mensaje mafioso. El cuerpo hallado en Punta Lara nunca fue identificado.

Para hacernos una idea de la poca seriedad que hubo en la investigación, cito un tramo del informe que presentó Justicia YA! El 18 de abril de 2007:

“La SIDE, la bonaerense y la Federal, actuaron SIN CONTROL JUDICIAL y sin compartir entre las distintas fuerzas la información obtenida, pudiendo observarse serias superposiciones y contradicciones entre ellas.
A modo de ejemplo, se hallan dos declaraciones de un mismo testigo. Una consta en el legajo de la SIDE, otra en el informe de la Policía Federal . Nunca declaró en la Justicia Provincial. Y los dichos en ambas declaraciones son contradictorios. (Fs. 57 cuerpo 4 Expediente de Exposiciones de la Policía Federal 352-21-006.035/2 2006)”

Hoy se cumplen tres años de la desaparición de López. Es entendible la lenta reacción gubernamental en un hecho difícil de asimilar, totalmente inesperado para todos. Pero no es muy aceptable la inoperancia y la complicidad de algunos sectores de la estructura estatal, que deben ser modificadas con urgencia. Il Postino, no sugiere que la tarea sea sencilla o que no haya voluntad, sólo señalo que son modificaciones que urgen.

1 comentario:

  1. Tenes razón, la desaparición de Julio Lopez es una mancha más de la democracia.
    Solo con un aparato represivo aún vigente y con poder se puede entender esto, aún con todo lo que este gobierno a hecho es evidente que falta mucho para lograr justicia.
    Es "la" mancha de nuestro gobierno, sin duda. Asi lo planearon y les salío bien a los hijos de puta.
    Saludos, Marcelo

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