jueves, 24 de junio de 2010
Canje
En una nota publicada hoy por Raul Dellatorre en Página 12, dice que "La financiación a gobiernos de países en desarrollo funcionó, durante más de dos décadas, al revés de lo que sucede con los créditos en el sector privado: solía ser mejor negocio para el prestamista que el deudor no pagara en vez de que cumpliera prolijamente sus compromisos.
Así sucedió sistemáticamente con los préstamos del FMI: buscaban condicionar con sus créditos al país deudor a que aceptara sus “recetas económicas”, cumpliendo así su papel de custodio del modelo y de su aplicación en países dependientes. También resultaba un gran negocio para los bancos acreedores seguir cobrando intereses altísimos en forma permanente mientras la deuda de capital seguía vigente: era como un reaseguro de renta permanente. Más negocio aún era para los bancos y entes colocadores de deuda, que cobraban millonarias comisiones por cada refinanciación de vencimientos. Y cuanto más frecuente fueran estas reestructuraciones de deuda, mejor para ellos. (leer nota completa)
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Tenés razón. Descartes era francés y no griego.
ResponderEliminarTe agradezco tu corrección ... lástima que ya no lo voy a poder incluir porque "los galos" abandonaron el mundial. Estuve viendo tu blog y me gustó. Si querés podemos hacernos "seguidores" mutuos.
Te mando un abrazo ...