El kirchnerismo nunca hizo gala de los cambios de Gabinete, y a excepción de la salida obligada de Schiavi de la Secretaría de Transporte, tampoco desplaza funcionarios en medio de la tormenta. No los cambia conforme a la (im)presión de los meteorólogos de la política. Hace sus propias mediciones, se esfuerza en hacerse fuerte allá donde está flaco, escapa para adelante, oportunamente.
En ocasiones, recontraratificó a los más cuestionados, incluso a aquellos que ni el propio kirchnerismo sabía cómo digerir sin protectores gástricos. Así, Aníbal Fernández pasó de poderoso funcionario de opaca y sinuosa trayectoria, a rockstar kirchnerista. Mientras que del prestigioso Daniel Filmus, decimos que en su pecho se enfrían las cervezas, siempre necesarias para ahogar penas postelectorales.
El caso más potente es el de Guillermo Moreno. El funcionario más atacado por el Grupo Clarín y el conjunto de las corporaciones mediáticas, y, en su momento, el menos defendido. Cuando todas las miradas estaban puestas sobre el INDEC, y el prestigio de sus estadísticas todavía era tema de discusión, cualquier movimiento político se interpretaba como posible salida del ferretero de Balvanera.
Ahora, Guillermo Moreno se empoderó. Y es un ídolo. No hay kirchnerista que no aprecie una foto con el Secretario de Comercio.
Las salidas, cuando no son ascendentes o autoinflingidas por el funcionario, son dilatadas, y se premia con Embajadas, a excepción (otra más) de Taiana, que no necesitó una embajada para sostener su prestigio; o con fueros en el Senado; o con candidaturas; en el peor de los casos.
Garré: a una embajada en la OEA. Que es todo lo contrario que una en Haití, tanto por el lujo como por el aburrimiento.
Rossi: incansable Jefe del Bloque del FPV en Diputados, fue arrancado de la interna peronista por el poder Santafesino, y llevado al Ministerio de Defensa. Escuché en televisión que fue degradado. Lo fue en los términos de sus expectativas provincianas, que, si aún las tenía, eran injustificadas, pero no en términos de poder hacer. ¿Desde cuándo un Diputado vale mas que un Ministro? Vale más para los chantas, que buscan fueros, buen sueldo y poco que hacer.
Arturo Antonio Puricelli: opaco funcionario. Santacruceño. Ex Gobernador de esa provincia entre 1983 y 1987. Desplazado por Néstor Kirchner. Va, por motivos no explicados por el Gobierno (lo que es esperable), pero mucho menos por nuestro microclima, al Ministerio de Seguridad, donde Berni es una figura ascendente. Cabe preguntarse ahora, quién encabezará la transformación y el control de las policías federales.
Época de cambios. En el kirchnerismo son paulatinos, y, a ojímetro, casi siempre fueron para mejor. Hay excepeciones como en todo, como cuando tuvimos Ministro de Relaciones Exteriores y dejamos de tenerlo, o como cuando tuvimos Ministro de Salud y pasó lo mismo. O como cuando tuvimos Ministro de Economía, y se nos fue para siempre.
no fue "un diputado", era el jefe del bloque que incluso acorralado y en inferioridad terminó ganando y con juego bonito
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