Era chico, y madre y padre no sólo repetían ese atracón que se pegaron en la primavera democrática de Alfonsín, con los
Quilapayún. Mi viejo también solía escuchar un cassette de Serrat: Bienaventurados. Igual, en el video que abre el post preferí insertar Vagabundear, en una versión más vieja.
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