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lunes, 24 de marzo de 2014

24 de marzo de 2010



El 24 de marzo de 2010 Argentina no era igual que hoy. Yo tampoco. ¿Era mejor? ¿Éramos mejores? Éramos más fáciles.

Copio, textual, la crónica del 24 de marzo que publiqué en 2010.

"Agradecemos al conu por darnos la oportunidad de postear con él.


La sólida columna de la juventud sindical marchó con las madres de plaza de mayo. Quizás la columna más grande y sin dudas la más rockera. Sobre avenida de mayo retumba la marcha peronista. Hace algunas semanas Moyano compartió escenario con Pérsico. Ahora los pibes de la CGT camionera marchan, en un hecho inédito con Las Madres. Hace 34 años algunos sectores de la CGT solían dispararse balas con los jóvenes hoy desaparecidos.

Un montón de camisetas rojas en filas tocan percusión y rodean otro montón de chicas de lila, que bailan y abren paso a un puñado de ancianas que tambalean entre la multitud. Las ancianas tienen un pañuelo blanco en la cabeza y llevan como en una procesión los rostros de sus hijos desaparecidos, que en blanco y negro miran al cielo.

24 de marzo. 2010. “Como a los Nazis, les va pasar: a donde vayan los iremos a buscar”. Estela Carlotto hace que salta, canta. A su lado está Nora Cortiñas. Es curioso verlas juntas. Atrás suyo la bandera larguísima con las fotos de los desaparecidos. Adelante La Chilinga les abre el paso por Av. De Mayo.

Entre las muy variopintas columnas y personajes, un grupo alza una bandera con fotos, todas de personas con rasgos orientales: se trata de familiares de desaparecidos de la colectividad japonesa. Más tarde, en otra marcha unos cuántos enarbolaron banderas de un chino: Mao. Pero ya hay bibliotecas enteras sobre Mao y la larga marcha.

Lesbianas, gays, bisexuales y trans. Putos, se dirá. Llevan una bandera en sus manos y muchos colores, dos freaks adolescentes van tomados de sus hombros atrás. Dos porteños que no hace mucho tuvieron que viajar hasta Tierra del Fuego para casarse son las estrellas del grupo y gritan “como a los nazis, les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”.

“Madres de la plaza, el puerto las abraza”. Bombos. Hombres de manos grandes y curtidas. “el puerto las abraza”. Una bandera de los trabajadores portuarios. Estoy apretujado entre un centenar de trabajadores portuarios. No pasó mucho tiempo hasta que consideré cambiar mi ubicación.

Piso un suelo conocido. En la Plaza de Mayo ya hay muchos curiosos con carteles de cartón pintados a mano, como en las manifestaciones del primer mundo, “gente independiente”, como gusta decir a algunos. El viejo piola vestido de short y camiseta deportiva exhibe su cartel, esta vez no sé que puta dice. ¿Quién es?

15.25. Desde el escenario nos piden permiso para que aquellas ancianas con pañuelo blanco en la cabeza que llevan como en una procesión a sus hijos bidimensionales que en blanco y negro miran al cielo y tambalean entre la multitud, trepen al escenario. Todos quieren curiosear el inicio de esa larga bandera. Ahí están los fotógrafos. Hoy una anciana garpa lo mismo que Florencia Peña.

15.30. Merodeo por la plaza. Clavé la mirada en una vieja de pañuelo blanco que no anda con las otras, anda con una piba, su nieta quizás. La vieja lleva un cigarro apagado. La piel revela muchas otras marcas de su vida. Circula inquisidora, como estudiando a quién pedirle fuego sin que le rompan las pelotas. ¿O nervios quizás? ¿Imágenes de un hijo muerto sin certificado de defunción?

Encuentro casual. Conversaciones variadas. ¿Todos los periodistas somos una mierda?

17.39_SMS. Loveyou. Nos vemos en 5. ¿Dónde estás?. El cordón de la CCC no me deja pasar en la boca de D. Norte, PCR. Puerta catedral justo. No te encuentro. Debajo de donde hay fueguito.

Al fin nos encontramos. Huimos a un sitio menos ruidoso.

23.00. Plaza Constitución. La piba me besa frenéticamente. Esperamos el 4 (curioso). Un pibe que pesa tres veces mas que yo nos pide monedas. La piba le dice “no flaco, cero monedas”. El loco argumenta que quiere comprarse una birra; yo contraoferto que se compre un vodka, que tengo un jugo de naranja casi lleno y estoy dispuesto a regalárselo, después de todo le creímos que es su cumpleaños; si pero yo quiero una birra. Y ofrece algo insólito: cambio. La primera vez en mi vida que doy una limosna y me dan cambio. La piba le dio cinco pe, y el loco arrimó su mano en montonsito con 3.50 en monedas.

Llegó el cuatro y se llevó a la matancera.

Estación Constitución se recupera de la paliza que recibe todos los días. Están baldeando. Bajé al baño. Quizás hubiera preferido mear en el Líbano. Exagero.

No me falta mucho para arribar a La Plata. La matancera me escribe que ya llegó. Agrega que nos veremos antes de lo que yo creo. Hace 34 años un militante peronista se despidió por última vez de una chica del conurbano. Después muchos otros hicieron lo mismo, concientes de que sería la última vez. Hoy no."

viernes, 12 de julio de 2013

El Poder en el Estado (macilento)



¿Es posible sumergirse en la mierda, cruzar el río, y salir impoluto al otro lado de la orilla? "Siempre, al menos un sorete te queda pegado", dicen por ahí.

¿Y es posible, asumir el ejercicio de alguna forma de poder, sin sumergirse, en su proporcional charquito de mierdita?

Esto no es una justificación sobre los dobleces de quienes ejercen, o quienes ejercemos (casi todos en alguna medida lo hacemos, al menos en modo circunstancial), el poder. Intento problematizar sobre ello. Sobre el significado de la negociación, que, cuando se tiene algo de poder, implica (cada tanto) ceder; y, cuando se pone en juego el poder: ceder en alguno de tus principios.

El problema, es cuando se pierde el horizonte ideológico. Allí, la negociación deviene de la siguiente manera: primero intentamos cambiar la realidad del conjunto de la sociedad, y si no se puede bueno, al menos cambiar la propia realidad. Ahí está el quiebre. Sobre esa cumbre delgada transitan los funcionarios cuando no tienen un horizonte ideológico ni un proyecto colectivo (no una asociación ilícita).

Ahí, en el Estado que paga la Asignación Universal, también está la bestia macilenta y la opacidad del poder.

miércoles, 19 de junio de 2013

Mamarracho

Acumulación del poder público

El fallo de la Corte es un mamarracho. No califico para medirlo jurídicamente. Lo mido como ciudadano: El Poder Tribunal es oscuro y de casi imposible acceso para los ciudadanos de a pie. Es ineficiente, sus servicios son malos, lentos o nunca llegan. Víctimas que tardan largos años en conocer las sentencias a sus victimarios (o no), defensores   (oficiales) que no conocen a sus defendidos, cautelares que salen con fritas cuando el beneficiario es poderoso, pero nunca llegan cuando el que la necesita no tiene plata en los bolsillos.

Trabajé en un centro de asistencia a víctimas de delitos penales. Las víctimas (casi siempre humildes), se quejaban por la vulneración de sus derechos en los tribunales. Ahora, muy a menudo visito cárceles. Los presos, viven quejándose del ninguneo que padecen por parte del Poder Tribunal. En esos recintos, el maltrato es seguro cuando el que acude es de bajos recursos.

Ese Poder tiene un órgano, digamos, de gobierno, que es el Consejo de la Magistratura. El Gobierno Nacional impulsó un proyecto que me otorga la única posibilidad que tengo yo, que no soy abogado, de incidir en algo, en ese Poder Judicial. La Corte, falló a favor de su caracter aristocrático y corporativo. Pasan los artistas, quedan los juristas.

¿Qué debe hacer el Gobierno frente a esto? No lo se. Supongo que deben estar pensándolo desde antes de que nosotros conozcamos el fallo ¿Eso quiere decir que Cristina ya tiene todo resuelto? No necesariamente. Esa es una ilusión muy recurrente entre cierto kirchnerismo. "Esperemos a ver qué dice La Jefa", te mandan, con expectativa. Como si en la Casa Rosada, no supieran interpretar lo que dice la calle.

¿Qué debemos hacer nosotros, los militantes, la gente de a pie? Salir de la impavidez. Sacarnos la modorra. Pelearla. Rehacernos al calor de la contienda política, que no abriga mejor que la estufa y la tele encendida, en 678; pero nos reconstruye, y hace posibles las transformaciones. El kirchnerismo no es una embajada en Noruega, el Kirchnerismo no es Jorge Coscia, hay que dejar a un costado el gesto de indignación y el comunicado de repudio. Las organizaciones políticas, no son un Ministerio, por mucha que sea la mímesis entre partido y Estado cuando gobierna el peronismo.

Si mañana sacan la Asignación Universal por Hijo, por inconstitucional: Esta es nuestra reacción? Puede ser, pero la gente que la cobra va a salir a la calle.

Es obvio, la democratización de la Justicia conmueve a otros segmentos sociales. Observemos qué onda nosotros. Los tribunales pueden asumir tiempos vaticanos; los ministerios, pueden asumir tiempos tribunalicios (aunque es desaconsejable), pero la militancia no puede asumir los tiempos ministeriales, y mucho menos los tribunalicios, y está perdida si asume tiempos vaticanos.

Leyendo el blog de Lucas Carrasco, me encontré con ésto, que creo que es tiempo de volver a verlo:

lunes, 10 de junio de 2013

"Con estos versos no harás la revolución"


Desmentir a Lanata, es ya uno de esos trámites aburridos, que no sirve para nada. Como pagar el ABL, pero más barato. Igual igual a los comunicados de repudio, porque toda desmentida trae consigo su gesto repudicrático. Un yeite que saca de apuros a Legisladores dormilones y funcionarios de baja estofa, que un día se sienten obligados a pronunciarse sobre el crimen "horrendo" de un africanito que, justo!, era su deber proteger.

Algunas veces me gané el pan haciendo prensa para políticos. Lo que más odiaba era escribir comunicados de repudio. Jamás los propuse. Pero peor que los comunicados de repudio, eran las "participaciones", la "solidaridad", con otro africanito, pero más cercano, al que debemos darle una palmadita en el hombro, pero como vive lejos mandamos una gacetilla; o, alguien más poderoso, que como ni sabe del tipo para el que trabajamos, debemos saludarlo por intermedio de gacetillas. Los colegas suelen pagar por esas publicaciones. Al otro lado del mostrador, otro colega cobra.

Pero, la política, como contienda, como construcción de poder, no tiene nada que ver con esto. La militancia no tiene nada que ver con esto.

Cuando la militancia, busca dramáticamente argumentos para desmentir declaraciones periodísticas, y poner en evidencia lo que la mierda es, no otra cosa que eso, que está ahí: mierda, pierde su tiempo.

Enviar salutaciones por intermedio de gacetillas de prensa; los comunicados de repudio, y las desmentidas; son distintos medios de vida, son herramientas de trabajo, recursos, pobres, pero recursos, para la politiquería barata y para casi toda clase de periodismo: pero sólo es eso. Eso y un sistema de mensajería interna.

Si sos militante, no te calentés, estas cosas pasan, lo importante está allá afuera. Para saber si hay choreo en Argentina date una vuelta por Puerto Madero. Los ladrones no son kirchneristas ni radicales: son millonarios.