domingo, 5 de septiembre de 2010
A la derecha de los salarios
En una columna publicada hoy en Diario Popular leemos a Pepe Eliaschev: “Para las empresas que trabajan en la economía real, los costos de la expansión moyanista son altos e hirientes. Versiones periodísticas calculan que el reencuadramiento de los choferes de Rabe le costará a la empresa unos $ 1.000 mensuales más por empleado, producto de que los camioneros han logrado amasar los salarios más altos del país, con un mínimo que no baja de los $ 3.500 mensuales.” Si bien Pepe es uno de los periodistas mejor preparados de la derecha argentina, lo vemos algo extraviado en sus últimas argumentaciones.
Las “versiones periodísticas” no son exactamente una cita de autoridad en este caso, y el sector de los camioneros no es, de ningún modo el gremio con mejores salarios. Corre de atrás a los que trabajan en la explotación de minas y canteras, a los petroleros, el sector energético, las finanzas y algunos de los eslabones de la cadena de producción pesquera. Lo dicho, no le suma nada a Moyano, cuyo deber mas elemental es representar a los trabajadores y obtener la mayor cantidad de beneficios posibles para ellos.
Eliaschev considera que las últimas medidas de fuerza que condujo Moyano crean un mal clima y desalienta la inversión. Y no hay dudas que a los empresarios no les gustan las medias de fuerza y mucho menos pagar aumentos salariales, sin embargo la apreciación de Eliaschev choca de frente con los indicadores económicos, que señalan que los empresarios expresan con hechos sus expectativas de crecimiento. Lo que oculta este tipo de análisis tan frecuente, es que los dirigentes sindicales tienen la obligación de obtener beneficios para los trabajadores que representan, y cuando no lo hacen los resultados no indican prosperidad para el desarrollo del país.
El pensamiento de Eliaschev oculta una lógica política que debería ser obvia: así como los empresarios quieren ganar mas plata, los trabajadores también, y ambos se organizan corporativamente y hacen política para alcanzar sus objetivos dentro de un marco institucional: las cámaras empresarias y los sindicatos de trabajadores.
El ataque de Eliaschev al líder sindical se inscribe en una serie de agresiones discursivas contra Moyano, debido a que de un tiempo a esta parte emergió como un actor político de peso, luego de coronar en el Partido Justicialista bonaerense. La preocupación en la derecha argentina no tiene tanto que ver con los reclamos sindicales, sino con la emergencia de un trabajador (sindicalista) a la arena Política.
Hugo Moyano causa preocupación por tratarse de un dirigente de la clase obrera que emerge como poderoso dirigente político, y es aceptable razonar que tendrá un accionar corporativo en defensa de los trabajadores; pero más debería preocupar la emergencia de dirigentes empresariales, de los cuales se debería esperar un despliegue corporativo en sentido contrario. Sin embargo, cuando un dirigente del campo empresarial emerge como referencia política, el interrogante sobre la actitud corporativa que tomaría dicho dirigente se esfuma, y en cambio aparece el éxito, la responsabilidad, el carisma y la capacidad de gestión.
Por último los invito a leer está hermosísima nota publicada por el diario La Nación en 1996.
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