No viene mal recordar que el 26 de junio de 2002 la Policía Bonaerense se cargó a dos pibes en Avellaneda. Darío Santillán y Maximiliano Kosteki. Según podemos ver en el documental "La Crisis Causó dos muertes", esa tarde hubieron 33 heridos de bala de plomo. Dato que, sumado a las propias declaraciones de funcionarios del Gobierno Nacional de Duhalde en las horas y días previos a la manifestación, habla a las claras de la decisión política de reprimir la jornada de piquetes anunciada para ese día, y en los términos en los que se realizó.
La efeméride, no viene a complacernos por el camino recorrido desde junio de 2002 a la fecha. Ahora, que el kirchnerismo atraviesa un momento de cierta inconsistencia ideológica, y que la militancia pareciera amodorrada al calor, si, de los aires acondicionados (?), es bueno recordar que la militancia es una disciplina en la que no se deben escindir los pensamientos del cuerpo, y que las conquistas, cuando son profundas, se alcanzan al calor de las luchas sociales.
Con esto, no vengo a revindicar la muerte de los militantes Kosteki y Santillán, sino su militancia, y su vocación política para ganar la calle en los momentos difíciles.
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