sábado, 27 de noviembre de 2010
Un mes, una juventud
l Oesterheld es un fuego, un hervidero militante: después de una especie de presentación de La Cámpora en La Plata, en la que el Cuervo Larroque habló en una carpa en el medio de Plaza Moreno, diversos espacios políticos confluyeron en el Choricultura (Juventud Platense para la Victoria, entre ellos). Allí, con la excusa de escuchar al Cuervo y al Ruso Pasini (los oradores principales), muchos soldados del Pingüino nos juntamos para debatir política y comer choripanes y tomar vino. Y festejar. ¿Festejar qué? Que la estamos militando, ponele. Que hace un mes que se fue Néstor pero, en una paradoja explosiva que muy pocos hubiesen imaginado, el tipo está más presente que nunca (porque es guía y ejemplo y porque, además, necesitamos trascenderlo para que su proyecto realmente se exprese con certeza). Y Néstor es militancia: es rock, es cumbia, es carnaval. Es la efervescencia militante de dar las batallas a partir de la alegría.
Dice el Cuervo, todavía en la carpa de Plaza Moreno: "Un par de meses antes del acto en el Luna, nos juntamos con Néstor por cuestiones organizativas. Él dijo que teníamos que meter 20 mil jóvenes en el Luna y que, ante de fin de año, había que hacer un acto para juntar más de 100 mil. Yo dije `Bueno Jefe, esta bien´ pero por dentro sentía que era imposible o muy muy difícil. La cuestión es que Néstor ya había visto esto que está pasando y sabía que era posible."
Un crack. Néstor en bloque, a full, en su salsa de militancia y exigencia y auto-exigencia. Era rock. Es rock. Es cumbia. Es carnaval. Es folclore.
Nota Completa acá.
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