viernes, 15 de noviembre de 2013

Trelew -


Y el monje Mario/ dio la sangre al Corsario/ y el cabo Ernesto/festejó su secuestro./ En los jardines/ de los monos titíes/ llegó el corsario/ contagiado por mario./ Y el resto se fugó/ con su secuestrador...

Ya en la segunda mitad de los años noventa Trelew se dividía en tres: los que tenían auto, los que tenían un empleo público en Rawson (y usaban el colectivo), y los que no tenían a donde ir.

Igual que ahora, a los trelewenses les gustaba comer. Pero ya a fines de los noventa sólo quedaban el comedor universitario y cuatro restaurants: El touring, Don Pedro, una pizzería frente al cine, y Don Quijote. Eran suficiente para los ochenta mil habitantes.


El video que ilustra este post pertenece al registro de un grupo que en los noventa, por aquellos pagos, resultó emblemático para una generación: Masoka. Hace unos años se juntaron para dar un par de conciertos en teatros y de allí este video.