Graciela Camaño aseguró que se siente “encorsetada” por el kirchnerismo, en la UDESO el desbande es una práctica a la moda, y los intendentes radicales territorializan sus campañas llamando al corte de boleta. Los kirchneristas, asumen el triunfo con la humildad que les es posible.
Durante la noche del domingo buena parte de la dirigencia opositora recorrió los programas políticos denunciando irregularidades en las Primarias Abiertas Simultaneas y Obligatorias celebradas el 14 de agosto, se quejaron por el impedimento legal para establecer alianzas electorales posteriores a las Primarias y ensalzaron el sistema de boleta única. De todo, menos campaña electoral y propuesta de cara a las generales de octubre. En esas filas prima el desconcierto, pero también el retraimiento de los candidatos a cargos ejecutivos. Con justificada vergüenza, Eduardo Duhalde, Ricardo Alfonsín y Elisa Carrió dejaron la promiscuidad y se alejaron de los estudios de televisión. En cambio Pino Solanas iría encantado, pero ya nadie lo invita.
La prédica quejumbrosa y la casi exclusiva presencia de los candidatos a cargos legislativos de las distintas fuerzas opositoras indica la necesidad que tienen de llenar el vacío que dejó el kirchnerismo en el 49.5% que no lo votó. Con dificultad, Bullrich, Camaño y Pinedo entre otros, construyen cáscaras para ocultar ese vacío que les corresponde llenar, pero en esas celdas sin contenido, encierran las pocas posibilidades que tienen para salir de la intrascendencia. En el mismo sentido, esas apariciones mediáticas revelan la única fuerza que empuja a los dirigentes opositores hacia adelante: la necesidad de renovar sus bancas de diputados y senadores.
La falta de candidatos en funciones ejecutivas también conspira contra la oposición. La inmensa mayoría son legisladores con responsabilidades institucionales menores. Por eso no debe extrañar que tanto Binner como Alberto Rodríguez Saa actuaron con mayor decoro y se resistieron a los papelones (con mayor o menor éxito). No debe llamarnos la atención que ambos mejoren sus resultados el 23 de octubre.
Los candidatos a cargos ejecutivos municipales, ya sean denarvaeistas o radicales, todos revueltos en la UDESo, se sienten víctimas de las aventuras electorales de quienes encabezan sus boletas, y algunos intendentes de la UCR de la provincia de Buenos Aires ya se animaron a manifestar que las candidaturas de Alfonsín y De Narvéz los tira para abajo. De allí, que ya trazan estrategias para municipalizar sus candidaturas y depositan sus expectativas en el corte de boleta. En Mendoza el candidato radical Roberto Iglesias (hasta hace poco seguro ganador) también busca cercar la campaña e invita al corte de boleta. De Julio Cobos se ignora su paradero.
Las denuncias mediáticas por irregularidades en el proceso electoral se pusieron de moda en 2007, cuando Elisa Carrió salió segunda y manifestó que el kirchnerismo había perdido en todos los grandes centros urbanos del país. En ese entonces se mofó por el robo de boletas y demás tropelías que se adjudican al territorio conurbano. Pero en las elecciones legislativas de 2009 en las que Unión Pro ganó por apenas un punto y medio, nadie se quejó. En la misma tónica circense que cohesiona al Grupo A, actualizaron el libro de quejas, pero las precisiones son tan difusas que el candidato a gobernador de UDESO mencionó irregularidades en 6 mesas de la provincia de Buenos Aires, que en total no suman 1800 votos. Scioli, aventajó a De Narváez por mas de 2 millones de votos, y Cristina Fernández superó a Eduardo Duhalde por mas de 3 millones de voluntades.
El otro eje sobre el que trasunta el discurso opositor es la boleta única. Al respecto llama la atención que quienes dicen tener un mayor apego por la institucionalidad y la previsibilidad, pidan modificar la ley en pleno proceso electoral. Sería como cambiar las reglas en el entretiempo. Sin embargo, la introducción de ese tópico al ámbito público y próximamente, legislativo, no parece tener otra intención que ocupar el vacío en el que se encuentran. Tamaña modificación de la ley electoral demandaría tiempos legislativos mayores al que nos separan de las generales del 23 de octubre.
En el programa de Grondona en el Canal 26, ayer Graciale Camaño de Barrionuevo, también se mofó por el impedimento legal que existe para realizar nuevas alianzas después de las primarias. Asegura que “el kirchnerismo nos deja encorsetados” después de las PASO. En realidad, la Ley Electoral Nacional, establece un proceso democrático abierto, simultáneo y obligatorio a todos los partidos, para que la ciudadanía elija cuáles son las fórmulas de su preferencia para que compitan en las generales de octubre. La instancia, busca democratizar y estandarizar la vida de los partidos y ordenar el mapa político. De modo que sería absurdo que las fórmulas que el conjunto de los ciudadanos eligió en elecciones Primarias, luego muten en alianzas selladas a puertas cerradas. Camaño alude a un curioso corset para criticar la legislación vigente, y en ese camino confunde la ropa íntima con la vida pública y democrática. Da la impresión de que busca alcanzar el goce personal por medio del bien común, pero por ahora, nadie más que Barrionuevo se atrevió a sacarle el corset que tanto la atribula.
Por @ilpostino_hc para Prensa3m
lunes, 29 de agosto de 2011
Camaño, encorsetada
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