sábado, 8 de diciembre de 2012

El poder mágico del republicanismo


Deberíamos empezar a hablar del Poder Judicial, y ya no de "La Justicia" (por lo menos dos años), que es en definitiva, uno de los tres poderes del Estado, el "único poder aristocrático del Estado cuyos miembros son vitalicios y no surgen del voto popular", dice Mario Wainfeld. Al igual que los otros dos poderes, el judicial tiene un desempeño que no todas las veces resulta una expresión calcada de la que predica su nombre. Así como el Ministerio de Desarrollo Social no siempre materializa lo que su nombre indica, el Poder Judicial no siempre imparte justicia, es una obviedad, no?

Este Poder, como todos, tiene entre sus miembros algunos seres humanos, que actúan, como los seres humanos que integran los otros dos poderes, y el resto de la comunidad en general: impulsados por el deseo, las convicciones, la ambición, la inteligencia, los miedos, el dinero, la ideología, y lo que con todo eso se puede interpretar de los fríos textos legislativos. En su especificidad, el Poder Judicial ejerce el poder de una forma mas o menos estipulada en la legislación, igual que el Ejecutivo y el Legislativo. Y, como aquellos dos, lo hace en función de la voluntad de los hombres que lo ejercen y los límites reales que se le imponen. Los jueces no son iluminados. Prefieren la intimidad. Los jueces fallan según su voluntad, sus condicionamientos, y sus capacidades, no según "el corán republicano" (Lucas Carrasco dixit) que interpretan desde los estrados (esos sí que iluminados).

Al Poder Judicial es factible presionarlo, pero más factible es resultar presionado por el Poder Judicial. En eso se parece mucho al poder Económico. Mucho lío y algo de justicia podríamos ver si un día el Poder Judicial presionara con el peso de la ley al poder Económico, pero ambos se saben potentes, a menudo prefieren hacer intervenciones coordinadas.


1 comentario:

  1. Tarde o temprano habrá que dar el debate por el poder Judicial. Elección popular y mandato acotado?

    ResponderEliminar