viernes, 7 de enero de 2011

¿Por qué se miente la CTA?

En el centro, Ricardo Alfonsín junto a Pablo Micheli y Graciela Iturraspe

En la autodestructiva rencilla de la CTA no se ponen en juego dos modelos sindicales, los trabajadores no son tan creativos a la hora de institucionalizar sus intereses. Lo que está en juego es la dirección que tomará la Central de cara a la coyuntura política y su participación electoral, y la simple disputa interna por el control de una organización. Todos los contendientes juegan en la política partidaria, y es ingenuo pensar que alguno prescindiría de la organización sindical para practicar esa disciplina.

Cuando el cataclismo del 2001, parecía que la única organización progresista con algún despliegue nacional era la CTA, pero en medio del caos sus dirigentes se encontraron extraviados, preparados para alargar las derrotas, pero no para ejercer el poder. Así, diciembre del 2001 los encontró parapetados en sus locales mirando la tele. Víctor De Gennaro se jacta de haberle rechazado a Eduardo Duhalde, ser el Gobernador en la provincia de Buenos Aires.

Después de esa experiencia sus militantes interpretaron que tenían que alcanzar algún desarrollo político partidario, sus dirigentes también lo entendieron de esa manera, pero no tuvieron el valor, los conocimientos o la capacidad para llevar adelante esa empresa. Hubo que esperar hasta 2008 para que Víctor De Gennaro se decida a armar un partido político, pero no se presentó. En cambio impuso a la desconocida Graciela Iturraspe, que gracias a un acuerdo con el EDE (Martín Sabatella) Libres del Sur y el SI alcanzó una banca en la Cámara de Diputados, en representación de la provincia de Buenos Aires. Ese frente llamado Nuevo Encuentro se deshizo antes de que Sabatella e Iturraspe asuman.

Desde entonces, dentro de la CTA se desarrollan tres proyectos partidarios distintos: el de Claudio Lozano y el de Víctor De Gennaro por un lado; y por otro el de Hugo Yaski, que forma parte de la mesa del partido de Martín Sabatella.

El jueves Pablo Micheli, uno de los dos Secretarios Generales que ostenta la CTA, dio una entrevista a Nelson Castro en TN. En esa oportunidad insistió casi una docena de veces en que “nosotros no estamos dispuestos a ser el furgón de cola de ningún partido”. De esas declaraciones se debe interpretar que Yaski quiere ser el furgón de cola del Frente para la Victoria, y Pablo Micheli la cabeza de una revolución clasista en Latinoamérica, ungidos por el fuerte apoyo del campesinado de la Federación Agraria Argentina.

En sus palabras, Micheli asegura que la CTA debe seguir siendo una Central autónoma de cualquier partido, “y no el furgón de cola de…”. Lo que Pablo Micheli omite cada vez que abre su boca, o la del cocodrilo de su chomba, es que el conjunto de los afiliados de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) financia el proyecto partidario que conduce Víctor de Gennaro, y que llevó a Graciela Iturraspe a la Cámara de diputados. De la misma manera que el conjunto de los bonaerenses ignora por completo la silenciosa labor parlamentaria de Iturraspe.

Desde la modesta campaña electoral de 2008, los empleados del partido, el alquiler de un local en La Plata, el asesoramiento legal y la estructura para llevar adelante el emprendimiento, todo, corrió por cuenta de ATE y de la CTA de la provincia de Buenos Aires.

Es ingenuo pensar que un dirigente sindical no use la estructura a su cargo para desarrollar un proyecto político partidario, pero es absurdo no comunicarlo a los afiliados del gremio y marginarlos de esa forma de participación política. Es ingenuo porque todos lo hacen, pero es absurdo porque no hay ninguna experiencia partidaria exitosa y transformadora construida desde el mutismo.

3 comentarios:

  1. En lugar de decir en qué lugar debe ir tu vagón, habría que preguntar qué tren es el que te tomás, ¿no?. Bueno el post, un abrazo.

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  2. Excelente el análisis, lamentable la realidad de una esperanza frustrada. No respetan el nombre de German ni su memoria.

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  3. es bueno el análisis pero le faltan datos, NE sigue como tal y también lo integraba y lo integra el Partido Comunista y una parte del Partido Socialista

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