viernes, 27 de mayo de 2011

“Tenemos Patria”


Antes, hace ya tiempo

conquistadores nos imponían su dios del miedo

después, vos me abrazabas

y me lamías en cada herida y en cada llaga

antes, cadenas llevabas

y en un mercado sobre los muelles

vos me comprabas (…)

Hoy todo vuelve a empezar

y será lo que ya fue. Letra de Ciro Martínez -“Antes y Después”.

Cristina Fernández de Kirchner dio ayer (por el miércoles) su discurso oficial por el 25 de mayo desde el Chaco, a ocho años de la asunción de Néstor Kirchner a la Presidencia de la Nación. “Tenemos Patria” dijo la Presidenta, y es noticia.

“Tenemos Patria”, suena a una obviedad, pero también es una rareza, esa oración, sino es inaugural en un discurso presidencial, lo es en los oídos de esta generación de argentinos. Después de décadas de angustias, fracasos, tragedias, miedos y decepciones, un Presidente, o una Presidenta, nos avisa que ya… tenemos Patria.

Sin temor a caer en los vicios de un nacionalismo de cotillón, los argentinos podemos afirmar que patria tenemos, quizás no en toda su dimensión, pero si en su complejidad, porque no es una patria de cotillón, de escarapelas de papel creppé y discursos escolares vacíos, no es una patria con borceguíes en los pies y manos empuñando un fusil para hacer más grande nuestra pena, mientras unos trajes verde oliva nos flagelan. En su discurso de asunción, un 25 de Mayo de 2003 Néstor Kirchner se inscribió en esa generación signada por la derrota: "Formo parte de una generación diezmada, castigada con dolorosas ausencias. Me sumé a las luchas políticas, creyendo en valores y convicciones a los que no pienso dejar en la puerta de entrada de la Casa Rosada", dijo. Y los valores se pueden compartir o no, pero están ahí, explicitados desde el primer día, y sobre esa transparencia del discurso se cimentó esta realidad, sobre unos valores que fueron puestos sobre la mesa para que en el fragor de la lucha política los amasijemos, para hacer una realidad posible, pero distinta.

Cuando la Presidenta nos dice sin temor a equivocarse que “tenemos Patria”, nos advierte a todos que somos protagonistas de nuestro destino común, porque después de todo, hemos recuperado las herramientas para construir nuestro futuro y afrontar las contingencias desde una perspectiva regional.

A ocho años de la asunción de Néstor Kirchner, los argentinos discutimos la Argentina que queremos porque nos consideramos capaces de realizar nuestra voluntad. Estos ocho años nos devolvieron la autoestima. El propio vigor con que los dirigentes opositores espetan sus ambiciones, a pesar de sus pobres desempeños, da cuenta de la fe que se tiene en la realización propia de nuestras vidas.

Antes de Néstor Kirchner, nuestros destino se definía en otras latitudes, en cambio hoy vivimos una intensa democracia, en la que los jóvenes se abren espacios a fuerza de voluntad, con inteligencia, con la prepotencia del trabajo, con la impertinencia de la edad, con los vicios de una sociedad atravesada por el neoliberalismo, pero con la firme convicción de que es en el Estado, el lugar donde se deciden los trazos gruesos del presente y el futuro de los argentinos, quizás por eso es que la Presidenta dice: “tenemos Patria”. Por eso y porque quienes conducen el Estado lo hacen por el poder que transfiere el voto popular, y, después de muchos años, en función del interés colectivo.

Ayer Cristina Fernández de Kirchner explicitó algo que nadie se había atrevido a dar cuenta con esa claridad. Las propias consignas de los militantes revelan un discurso aprendido en la carencia: “Patria o Muerte” es una promesa militante, difícil de cumplir, sobre todo en su primera parte; “viva la patria”, una expresión de deseo, o un testimonio que dicho entre muchos, indica la convergencia de ellos en un proyecto común. Pero “Tenemos Patria”… es otra cosa.

Para Prensa3m

1 comentario: