martes, 1 de mayo de 2012

Vélez: ¿una fotografía, o el comienzo de una etapa?


“Hasta YPF, algunos se creían mejores y más comprometidos que su conductora, pero ya no”.
 
“Falta la construcción política e institucional que no haga depender la transformación y el cambio en una o dos personas. Ese es el gran desafío que tenemos hoy los argentinos y los jóvenes: cómo hacer para que tanta lucha no sea en vano”. Lo dijo la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner el 11 de marzo de 2011 en la cancha de Huracán. Fue su primer acto político después del fallecimiento de Néstor Kirchner y todavía no había anunciado su precandidatura presidencial. Ambos tópicos concentraban la expectativa. Esa jornada, la ausencia de Néstor Kirchner se veía en los ojos transparentes de la muchedumbre; la expectativa por la candidatura de CFK se escuchaba: borombombón, borombombón, para Cristina, la reelección, dijo Huracán cuando apareció Cristina. En cambio el clima del viernes en Vélez tuvo más que ver con lo festivo.
 
La recuperación del control de la petrolera YPF es interpretada como un signo de enorme fortaleza y transparencia en el rumbo de este Gobierno, con el cual se puede estar de acuerdo o no, pero es difícil dudar de sus motivaciones y repertorios para afrontar problemas.
 
Este clima que generó la recuperación de YPF es motivo de felicidad para muchos. Siempre que la fe de un pueblo se ve respaldada por la acción de su Gobierno, es motivo de felicidad para los “feligreses”. Y al contrario de lo que ocurre con la religión, que renueva la Fe con el ritual, en la política la fe precisa respaldarse con acciones de Gobierno. Así, el acto de Vélez fue doblemente eficaz: por una parte cumplió con todas las características que debe reunir un ritual, y por otra, la concurrencia fue a compartir una nueva realidad, una nueva decisión gubernamental, una decisión que respalda con hechos lo que se predica a diario: la voluntad de intervenir, con el Estado, a favor del interés social, la recuperación del control de una empresa estratégica para el desarrollo nacional y constitutiva de eso que llaman “orgullo nacional”.
 
“Cristina, cuente con nosotros para lo que falta”, iba a ser la consigna de la convocatoria para el acto de Vélez, que, como contó CFK, lo había propuesto el Movimiento Evita para el 9 de marzo (el 11 de marzo fue domingo). En cambio, luego de la nacionalización del control de YPF la consigna cambió a “Unidos y Organizados”, precisamente, lo que en 2011 Cristina había subrayado como carencia. Es que incluso las organizaciones kirchneristas suelen dudar de la voluntad de transformación y de las decisiones de la Presidenta, por eso el condicional: “para lo que falta”, pero desde el reciente anuncio, la fe kirchnerista amplió sus fronteras.
 
De esa manera, el kirchnerismo puede pensarse a sí mismo al margen del interés de cada una de las corporaciones (organizaciones) que lo integran. Hasta YPF, algunos se creían mejores y más comprometidos que su conductora, pero ya no. La expresión más clara de aquella situación está reflejada en el alejamiento de Hugo Moyano, que expresó con demasiada clarividencia su fe en sí mismo.
 
El desafío para el kirchnerismo, es producir una organización en unidad que transforme la foto de vélez, en el primer ícono de una nueva etapa.

Lo dijimos en Prensa3m

1 comentario:

  1. A pesar de todos los obstáculos que constantemente se han opuesto ó atravesado en el camino de esta bendita recuperación de la Patria y el Pueblo, es absolutamente imprescindible, como muy bien manifestó la Presidenta, formar y avanzar con representantes dignos y capacitados para tomar la antorcha que volvió a iluminarnos a partir del 25 de mayo de 2003.
    El inmenso valor de lo logrado y la aún mayor vastedad de lo que falta y puede concretarse si seguimos en la dirección que nos separó del camino de frustraciones e injusticias, justifica plenamente forjar a quienes seguirán conduciendo al movimiento nacional y popular en el futuro.

    Saludos
    Tilo, 70 años

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