viernes, 18 de marzo de 2011

En Chubut, ya ganó el kirchnerismo

El dasnevismo se extingue junto con la desfiguración del proyecto presidencial de Das Neves, y resulta difícil imaginar a Martín Buzzi con fuerzas suficientes para construir una expresión política alejada del kirchnerismo. Sin Das Neves no hay dasnevismo, y el domingo se definirá quién será la figura que centralice al kirchnerismo chubutense.

Las elecciones de este domingo tendrán una serie de consecuencias políticas: el gobernador Mario Das Neves dejará de ser el eje sobre el que se configura la política local y eso generará un reacomodamiento de todos los actores políticos, que se reubicarán en el ecosistema político: muchos que hoy son caníbales se volverán herbívoros, y muchos de los que se muestran mansos, darán cuenta de su verdadera voracidad.

La otra consecuencia se desprenderá de la lucha por el sentido que habrá para dar cuenta del significado de la elección. Pero esa disputa no se dirime en la provincia, sino en la Capital Federal. Tal como ocurrió con las elecciones en Catamarca, del resultado se desprenderán una serie de conclusiones e interpretaciones que tratarán de explicar la derrota de unos, el triunfo de otros, y en función de eso elaborar un vaticino de las elecciones de octubre. Éste domingo, Chubut será una preocupación para personas que ignoran dónde queda la capital provincial.

Pero lo que es más visible aún, es que el dasnevismo como fuerza política tiende a desaparecer, sea cual fuere el resultado electoral. Muchos se preguntan si Buzzi podría ser un sucesor leal, y con la valentía, la energía y la inteligencia suficientes para mantener el estrecho ideario y la pesada carga dasnevista en alto. Pero también habría que preguntarse si Buzzi tendrá esas condiciones, mas la terquedad, para sostener la misma irracional distancia que mantiene Das Neves con la Casa Rosada.

En cualquier escenario electoral, Chubut tendrá un Gobernador alineado con la Casa Rosada , en la medida que se afianza el kirchnerismo en la escena nacional ¿Qué razones tendría Martín Buzzi para oponerse al Gobierno Nacional, en función de un dirigente (Das Neves) que no ofrece ninguna proyección política para el futuro?

Es de manual, que para gozar de un presente político sólido se precisa una proyección nítida de un futuro promisorio, y que para poder proyectarse en el futuro, es necesario estar situado en el presente, con un despliegue extendido en la realidad, y no solo en los deseos.

Cuando el actual gobernador chubutense tuvo bajo sus pies los cimientos que le habrían permitido extender a nivel nacional su carrera política, proyectó su futuro sobre los nubarrones que el propio kirchnerismo había generado con sus torpezas. Pero una vez disipada la tormenta, esta vez por la habilidad del kirchnerismo, la proyección de Mario Das Neves se desdibujó, y hoy sus declaraciones en la prensa no son más que una gota de tinta en el mar.

Si Buzzi sabe ese aspecto central de la actividad política (lo que no es seguro), deberá interpretar que oponerse al Gobierno Nacional por el sólo capricho de un dirigente que lo opaca, le roba protagonismo, y no le permite planificar un futuro político, no tiene sentido alguno. Por mucho que el actual gobernador ponga el cuero en lo que queda hasta las elecciones, el día de la asunción Buzzi deberá decidir si sintoniza la radio que escuchan todos y extiende los lazos con Cristina Fernández, o se aisla en una iniciativa política que conspira contra sí mismo.

Con todo, es visible que el resultado será muy ajustado; de ganar (lo que es muy dudoso), Buzzi no contará con las ostentosas diferencias que obtuvo Das Neves, y eso conspira contra la legitimidad de Das Neves para autoproclamarse como un presidenciable y debilita a Buzzi en el nuevo esquema que tendrá el peronismo. En criollo, Buzzi estará obligado a negociar. Si pierde, pasará al ostracismo hasta encontrar el tren que lo deje bien. De ganar Eliceche, se encontrará con el desafío de reconducir al peronismo chubutense y expresar con una buena gestión, el mucho más complejo y virtuoso ideario peronista/kirchnerista.

Lo que está en discusión no es si la Provincia es gobernada por un mandatario kirchnerista o uno dasnevista: lo que se dirime, es qué kirchnerismo tendrán los chubutenses, y cuál traducirá mejor en términos de gestión la voluntad política que supone ser kirchnerista. No se discute Kirchnerismo si, o kirchnerismo no, se discute qué kirchnerismo quieren los chubutenses.

Il Postino para Prensa3m

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